VILLA MARÍA: MEMORIA CULTURAL Y PATRIMONIO HISTÓRICO


LIBROS DE AUTORES VILLAMARIENSES MARCAN LOS ESPACIOS DONDE FUNCIONARON LAS BIBLIOTECAS B. RIVADAVIA Y MARIANO MORENO





En el camino hacia el 150º aniversario de la ciudad, en la mañana de hoy se colocaron dos marcas de memoria en los edificios donde funcionaron por primera vez las bibliotecas Bernardino Rivadavia y la municipal Mariano Moreno, como actividades enmarcadas en el eje del mes de junio, orientado hacia las experiencias educativas y culturales que dejaron una huella, hasta el presente, en la construcción de Villa María como comunidad.


A través de la Subsecretaría de Cultura, y de la mano del Programa de Historia Oral y Memorias Locales, la primera señalización se colocó en la esquina de calles Entre Ríos y San Martín, donde funcionó en sus comienzos la biblioteca Bernardino Rivadavia y que fue la semilla para la creación de un conglomerado educativo que hoy cuenta con distintos niveles educativos, desde el inicial hasta superior.


“Las huellas de memoria nos permiten construir un recorrido histórico a partir de instituciones y acontecimientos, contada por quienes recibieron el legado de otros y también por los propios actores”, expresó el intendente Martín Gill, refiriendo a los trabajadores, escritores, poetas, lectores y hacedores en general que estuvieron en el pasado y están en el presente ligados a las bibliotecas de la ciudad.


Asimismo, el mandatario puntualizó especialmente en la figura de Antonio Sobral, quien zanjó su legado no solo en la ciudad sino también en la provincia de Córdoba y en la Argentina.


Luego, en horas del mediodía, fue el turno del espacio originario de la Biblioteca Municipal y Popular Mariano Moreno, en José Ingenieros 16. Allí, al igual que en el acto anterior, se descubrió una huella conformada por una serie de libros escritos por autores villamarienses y una placa recordatoria.


“La biblioteca pública es un paso obligado al conocimiento, en el camino de la educación permanente, y hoy celebramos el surgimiento pero también la continuidad en el tiempo de la Mariano Moreno”, destacó la bibliotecaria mayor de la institución, Anabella Gill.


Además, se instaló allí el Bibliomóvil, el espacio rodante que llega a diferentes barrios y zonas rurales, fortaleciendo la promoción de la lectura en niños y niñas de toda la ciudad, como así también integrando en la práctica y el acceso a los libros a sus familias y docentes de las escuelas. Esta iniciativa fue uno de los puntos clave que destacó la UNESCO en su acta de reconocimiento a Villa María como Ciudad del Aprendizaje.


Gill resaltó la participación de los vecinos, quienes son usuarios y lectores que llegan hasta el edificio que hoy funciona en el Parque de la Vida, y es un espacio de referencia para toda la ciudad. “La biblioteca promueve espacios de libertad, porque la cultura nos hace libres, nos empodera, sin distinción de edad ni de condiciones, defendiendo la lectura como derecho y la igualdad en el acceso para todos”, puntualizó el intendente.


Luego de la presentación de la marca de memoria, se entregaron reconocimientos a niños, jóvenes y adultos que son lectores frecuentes y también se destacó a aquellos con más antigüedad haciendo uso de su carné que les permite acceder a la importante colección de libros y demás servicios que presta la Mariano Moreno.


En el acto, estuvieron presentes el presidente de la Biblioteca Bernardino Rivadavia, Sergio Gilabert; directivos y autoridades de esa misma institución; integrantes de la comisión de la Biblioteca Mariano Moreno, como así también personal que actualmente se desempeña allí y ex trabajadores. También participaron los niños y niñas de 4º grado de la escuela José Ingenieros.

Fuente:WWW.VILLAMARIA.GOB.AR
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